PRIMER PERÌODO: EL PROYECTO NACIONAL CRIOLLO.

 PRIMER PERÌODO: EL PROYECTO NACIONAL CRIOLLO.

La sociedad y el poder. Aunque para el Ecuador la independencia significó una seria ruptura y un rápido cambio político, muchos rasgos de la sociedad colonial sobrevivieron más allá de la fundación de la República. El fuerte sentido corporativo y estamentario continuó sobre las fórmulas republicanas; se mantuvo la discriminación racial y la exclusión de la mujer de la vida política. Los rasgos aristocratizantes continuaron articulando las relaciones sociales, la cultura y la ideología. Tradiciones paternalistas siguieron rigiendo las relaciones sociales. Solo el paso del tiempo y el agudizamiento de la lucha social provocaron cambios significativos posteriores. Desde el primer momento de la vida del Ecuador, se patentizó una tensión y enfrentamiento entre las oligarquías regionales dominantes, especialmente de la Costa y de la Sierra. Desde luego, ambas tenían intereses comunes pero también existían muchos motivos de tensión, como el control de la mano de obra, siempre escasa en el litoral; y la mantención de medidas aduaneras proteccionistas que defendían la producción textil serrana, pero limitaban el comercio. El conflicto irresoluto convirtió al ejército (controlado por los veteranos de la independencia) en ámbito de la lucha por el poder. Alrededor de sus jefes se generaron las alianzas caudillistas de la época. En la organización del nuevo Estado, la mayoría de la población quedó al margen de la participación política. Los congresos y órganos de gobierno eran frutos de una participación electoral limitada al reducidísimo grupo de notables propietarios. Detrás de las fórmulas republicanas sobrevivía una sociedad jerarquizada, estamentariamente estructurada, en la que la autoridad se justificaba por “derecho divino”. Los notables latifundistas se veían como continuidad hispánica y sostuvieron un proyecto nacional criollo.

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